Voy a invertir en él

Voy a invertir en él. Voy a invertir con miedo y cautela, con pausas y retrocesos, pero voy a invertir en él. Porque en sus brazos me quedo dormida, como nunca lo hice en mi vida. Porque escucha y lee mis palabras. Porque me ha quitado, poco a poco, el velo que nublaba mis sentidos. Porque me ha demostrado que vale la pena luchar por mí.
Porque yo sé y él sabe, que no soy la mejor versión de mí. Porque él conoce mi pasado y mis acciones y, con sus manos, ha limpiado mis lágrimas. Porque él me hizo saber que está bien sentirse así, que no fue mi culpa, y que soy más que una niña asustada, insegura y controladora. Porque con él puedo ser honesta sin miedo o desconfianza, porque sé que él me dice siempre la verdad y mi corazón se resguarda en paz. Porque él sabe y yo sé, que soy la hija de la luna y el mar. Porque él cree en mi magia y nunca me llama loca. Porque él no me motiva a ser mejor persona, ni es lo mejor de mi vida, no, pero él me da las herramientas para que yo siga trabajando en mí, para mí y por mí. Porque él, con una calma, apapacha mi alma y abraza mi corazón.
Voy a invertir en él. A paso lento y tal vez indeciso, pero voy a invertir en él. Invertiré mi tiempo y energía, mis ganas de pasar la vida. Dejaré que lea lo que escribo y descifre mis pasadizos. Dejaré que toque mi corazón, aunque no esté lista. Voy a invertir mis esperanzas en él. Pretenderé que lo que digo es verdad y que todo toma su lugar. Pretenderé que te he podido olvidar.
Tal vez dure un mes, tal vez mañana se acabe, tal vez dure para siempre. Voy a invertir en él.

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